Para orar cada día: Martes
24 de abril de 2018. Festividad de San Benito Menni
Yo y el Padre somos uno
Juan 10, 22-30
Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente». Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno».
Comentario
Las ovejas del rebaño del buen pastor se caracterizan por escuchar y reconocer su voz, por estar adheridas a él no verbal, sino existencialmente. Siguiendo los pasos de su Pastor, sus vidas están orientadas a vivir radicalmente entregadas al servicio de los demás, hasta el punto de estar dispuestas a dar su vida por ellos. De su Pastor recibirán una vida eterna y la seguridad de que jamás perecerán. Están en buenas y seguras manos. Nadie podrá arrebatárselas, como nadie podrá arrebatárselas al Padre, que, con su soberano poder, se las ha confiado.
Pregunta para reflexionar
¿Expresan nuestras obras la presencia de Dios en nuestra vida?
Oración
Me conforta el que el Buen Pastor me haya prometido que viviré junto a Él eternamente, y que nadie me apartará de su lado.

Concepcionistas de Mondoñedo
Comunidad de las Madres Concepcionistas Franciscanas de Mondoñedo